BBVA no puede subir el precio del Sabadell en acciones y no tiene colchón para pagar en efectivo


El mercado da por hecho de que la única salida que tiene el BBVA para que triunfe su OPA sobre el Banco Sabadell es subir el precio. Sin embargo, el banco que preside Carlos Torres lo tiene muy complicado: no puede mejorar la ecuación de canje actual en acciones y se ha quedado sin colchón de capital para realizar esa mejora en efectivo.
En el primer caso, el obstáculo reside en que el BBVA tendría que convocar una nueva junta extraordinaria de accionistas para emitir más acciones para atender al nuevo canje.
En la junta de julio del año pasado, logró el respaldo del 67,9% del capital social para la ampliación de capital necesaria para atender el canje actual de la OPA. Y para asegurarse ese apoyo, Torres puso en marcha la mayor campaña comercial de la historia del banco con el fin de movilizar a los pequeños accionistas. Por tanto, convocar una segunda junta para aprobar una nueva ampliación y reconocer implícitamente que se equivocó entonces es prácticamente impensable.
Entonces, la única opción que tiene es mejorar el precio añadiendo un pago en efectivo al canje actual, que es lo que espera la mayoría del mercado, como ha venido informando OKDIARIO. Ahora bien, esta opción también tiene grandes obstáculos. El primero es que Torres ha repetido hasta la saciedad que no tiene margen para subir la oferta y que esto es lo máximo que puede pagar.
Pero, aunque el presidente del BBVA faltara a su palabra, como suele suceder en estas operaciones, se encontraría con el problema de que no tiene suficiente colchón de capital (buffer en la jerga) para hacerlo. Así, contaba con un beneficio contable de 1.800 millones por comprar el Sabadell por debajo de su valor contable, lo que se conoce como badwill o fondo de comercio negativo.
Ahora, con la subida de las cotizaciones desde que se anunció la oferta, la ecuación de canje daba un precio de unos 1.300 millones superior al valor en libros del Sabadell (goodwill) antes de la tormenta arancelaria, lo que no sólo se come ese colchón sino que implica una pérdida para el BBVA.
Además, el desplome del peso mexicano implica un ajuste en el capital que, sumado a lo anterior, dejaría el core capital del BBVA por debajo del 12% que le exige el BCE en caso de que pague una parte del precio del Sabadell en efectivo.
Pagar más por menos
Y, aun en el caso de que Torres faltara a su palabra y se jugara el capital del banco para mejorar la oferta, tendría muy difícil justificarlo antes sus accionistas, ya que estaría pagando más por algo que tiene menos valor para su banco.
Esto es así porque «las métricas de generación de valor para los accionistas del BBVA empeoran. Cuando anunciaron la oferta, ya iba justita: un incremento del 3,5% del beneficio por acción con la adquisición del Sabadell siempre que obtenga los 850 millones de sinergias anunciados y haya una fusión. En la situación actual se quedaría muy lejos de esas sinergias y no va a haber fusión», señala un analista especializado en banca.
Como también explicó este medio este domingo, si no hay fusión (como insiste el Gobierno), «las sinergias no tienen nada que ver con las anunciadas porque tienes dos entidades independientes, una de ellas con minoritarios. Tienes que mantener los dos servicios centrales, no puedes hacer combinación de oficinas, etc.», según una fuente conocedora de la situación. Eso implica que no podrá alcanzar los 300 millones en ahorros de gastos de personal.
El otro capítulo es la plataforma tecnológica, que es donde se podrían obtener más ahorros pero tampoco los 450 previstos. Es más, habría que achatarrar la actual del Sabadell, lo cual supone apuntarse un deterioro (pérdida) de cerca de 1.000 millones, tal como está valorada en libros. Por último, con la mejora del rating del Sabadell, los menores costes de financiación no serán 100 millones, sino mucho menos: incluso 15, según algunas fuentes.
A esto hay que añadir el nuevo diseño del impuesto a la banca, que al ser progresivo será superior en el banco conjunto que el que pagan los dos por separado. Se llevaría 160 millones de las sinergias, según los cálculos mencionados; y los 750 millones anunciados son antes de impuestos, así que también hay que restar 225 de Impuesto de Sociedades.
Por tanto, subir el precio del Sabadell implicaría pagar más por algo que va a aportar menos al BBVA. Y las condiciones que imponga la CNMC, por muy asumibles que sean, también tendrán un coste. «Entonces, si subo el precio, ¿para qué hago esta oferta?», concluye el analista citado.
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